ilutravelQué ver y qué visitar
ilutravelSi te quieres sorprender con uno de los oasis naturales más bonitos de toda España, el Parque Nacional Monasterio de Piedra es de esos lugares que deberás visitar al menos una vez en tu vida.
Realmente un lugar paradisíaco, en el que cumplen un papel muy importante las cristalinas aguas del emblemático Río de Piedra.
En este precioso lugar se emplazó el Monasterio de Piedra que le da lugar al Parque Natural, un antiguo monasterio cisterciense que fue declarado Monumento Nacional, que contiguamente tiene un hotel en el que te puedes alojar, para pasar unos días de ensueño en uno de los paraísos naturales más sorprendentes de la península ibérica.
Un lugar en el que se reúnen la naturaleza con la historia de las civilizaciones que pasaron por la zona y la religión, para que en la actualidad puedas descansar, relajarte en contacto con la naturaleza y conocer todos los monumentos que este inmenso espacio natural alberga.
Si quieres conocer a fondo este paraíso, situado a aproximadamente una hora y media de Zaragoza capital y a poco más de dos horas de Madrid, podrás coger la Autovía A-2, hasta alcanzar el kilómetro 204, donde pasarás el pueblo de Nuévalos, que es la zona donde este está situado.
Si llegas en coche, podrás dejarlo sin preocupaciones en su aparcamiento gratuito, que cuenta con personal que lo controla. También es visitado por mucha gente que va a visitar Calatayud, por lo que te recomiendo que le des un vistazo a la guía que tengo sobre Calatayud.
Los comienzos de este Monasterio de Piedra se remontan a la época del dominio musulmán en esta zona, donde se había erigido una fortaleza, que luego sería tomada por los cristianos durante la época de la reconquista.
De esta manera, sería en el año 1186 que los monjes del Monasterio de Poblet se reunieron en esta zona, que antiguamente se denominaba Castrum Petrae o Castillo de Piedra, con el rey Alfonso II de Aragón, quedando sentadas las bases de la construcción de un cenobio que ocuparía un lugar importante en la zona.
Mientras las obras de este edificio avanzaba, los monjes estuvieron alojados cerca del mirador del parque, donde se encuentra la ermita, hasta que más de 35 años después se llegaría a la construcción de lo que entonces se denominaba Monasterio de Piedra Nueva, para instalarse definitivamente en este nuevo edificio.
Serían los franceses quienes durante la Guerra de la Independencia ocuparan este Monasterio, obligando a los monjes a abandonar estas instalaciones, para después volver a ser ocupado por los cristianos, abandonándolo en el año 1835.
Sería Pablo Muntadas Campeny quien comparara estas tierras y el edificio en una subasta con fines de instalar una fábrica, hasta que quedó deslumbrado con la belleza natural que significaba este lugar y dio marcha atrás en su propósito para preservarlo.
Su huerta mutó a un jardín paisajista y pasarían los años hasta que en 1983 este Monasterio fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional, para que hace más de una década pasase a ser Bien de Interés cultural.
Ni bien pasas por el muro por el que se entra, comienzas a ver la gran edificación que significa el monasterio, junto con el hotel. Existen tres cosas básicas que puedes hacer allí: Visitar el interior del Monasterio, ingresar al parque o ver la exhibición de rapaces.
Comenzando por el Monasterio, lo primero que contemplaremos es el claustro, donde veremos frescos y estatuas conservadas en sus paredes, que conforman un camino histórico hasta la iglesia, que se encuentra en peores condiciones.
Naturaleza en su máximo esplendor, cascadas imponentes y mucho verde será lo que disfrutarás en el recorrido de 5 kilómetros que puedes hacer andando por este paraíso.
Veremos primero la cascada Baño de Diana, para más adelante llegar hasta el Lago de los Patos y llegar a la espectacular Cascada Caprichosa. Continuando el camino veremos otras cascadas de menor tamaño pero igual de interesantes, hasta llegar al hermoso Lago Espejo. Una maravilla natural que disfrutarás.
Entre las grandes curiosidades del Monasterio de Piedra, cuenta la historia que en el año 1534 aquí se elaboró y se sirvió el primer chocolate a la taza de Europa y esto tiene que ver con la llegada de un monje en la tripulación de Hernán Cortés desde América quien trajo los primeros granos de cacao que se cocinan en el continente.
Desde ese entonces, la tradición del chocolate ha ganado terreno y se ha convertido en una de las atracciones gastronómicas de la zona.
A su vez, en las bodegas y almacenes del Monasterio se encuentra el Museo del Vino, donde se detallan los procesos y las maquinarias utilizadas para la producción, tanto tradicional como contemporánea del vino.
El parque abre a las 9:00 de la mañana y podrás visitar sus edificios entre las 10:00 y las 18:00.
Tiene un precio de 16 euros para adultos, y 11 euros para niños de los 4 a los 11 años o personas mayores de 65 años. El acceso para personas con movilidad reducida es gratuito.
El Hotel & Spa Monasterio de piedra es el mejor lugar para alojarte, en el mismo lugar donde se desarrolló la vida de los monjes en el convento. Su escalera histórica, la crucería y las pinturas de siglos anteriores, te harán respirar historia en el mismo lugar donde te hospedes.
Visitar el Monasterio de Piedra implica un viaje por la historia y por uno de los Parques Naturales más paradisíacos. Seguramente disfrutarás tu visita a esta zona y querrás volver cuanto antes.
