¡Aquí estoy de nuevo iluviajero! En esta ocasión te traigo un destino muy veraniego, pero que puedes visitar en cualquier momento del año.
Laredo es una población costera que seguro que te va a encantar, sobre todo si te gustan los destinos tranquilos y poder caminar con total calma y armonía.
Laredo es una villa a la orilla del mar, situada a medio camino entre Santander (debes visitar Santander) y Bilbao. Aunque pertenece a Cantabria, lo cierto es que tiene una identidad propia que merece la pena descubrir. Zonas como la Puebla Vieja y las playas atraen todos los años a muchas personas. Algunas descubren la zona por primera vez, mientras que otras vuelven porque les encanta el ambiente y todo lo que hay alrededor.
En fin, como siempre me estoy empezando a enrollar. Voy a explicarte de forma detallada qué puedes visitar en Laredo y otros detalles útiles para disfrutar al máximo de la visita. Aquí te dejo un índice para que te muevas como pez en el agua por este contenido.
Lo cierto es que Laredo es una ciudad pequeña, así que si quieres puedes verla en una sola mañana. Puedes hacer una visita conjunta a Laredo y Santoña en el mismo día, algo habitual. Aunque si quieres puedes ir con tranquilidad y echar todo el día en Laredo. Luego te hablaré también de otros sitios cercanos que puedes visitar si te ha quedado tiempo.
Como siempre me gusta hacer, te recomiendo un sitio en el que alojarte y desde el que empezar el recorrido. En Laredo la mejor opción es el hotel Cosmopol, con vistas al golfo de Vizcaya, enfrente de la playa Salvé, de la que hablaré también más adelante. Cuenta con un servicio muy amable y quienes se han alojado en él hacen muy buenos comentarios. Además, está muy cerca de gran parte de los sitios que vamos a visitar.
La Puebla vieja es la zona histórica de Laredo, su casco viejo, de modo que no se puede empezar el recorrido una vez que dejas el hotel de mejor manera. Está formada por un conjunto de 6 calles que se remontan al reinado de Alfonso VIII, y que se cruzan entre sí haciendo un recorrido de lo más interesante.
En la Puebla vieja puedes observar edificios de los siglos XIII y XVIII en perfecto estado de conservación, un museo al aire libre que asombra al caminar pos sus calles. Sitios como la casa de los Villota, con un claustro precioso, o la de Hernando de Alvarado están fechadas en el siglo XVI. También puedes ver la casa de Zarauz, del siglo XVIII, construida con materiales nobles y en la que se ven los escudos familiares. Son solo algunas de ellas, ya que hay otros edificios señoriales, iglesias y conventos que hacen de la Puebla vieja un viaje al pasado que te sobrecogerá.
Una de las joyas de la Puebla vieja es el Antiguo ayuntamiento de Laredo, justo al otro lado de la casa de Hernando de Alvarado, marcando los límites de esta zona de esta a oeste. Sus arcos con columnas, el reloj y un campanario son un buen lugar donde hacerse una foto y recordar el viaje,
Sin salir de la Puebla vieja puedes visitar una de las joyas del gótico. De hecho, toda la Puebla está a los pies de la iglesia, que empezó a levantarse en el siglo XIII. En el XIV se añadió la puerta por la que se entra hoy, decorada con imágenes de santos y ángeles. En la Iglesia de Santa María, en el siglo XVI se colocó un pórtico para protegerla, ampliado en el XIX. La sacristía original se sustituyó por una nueva en el siglo XVIII, después de varias reformas a lo largo de su historia.
Por todo ello, esta iglesia es un ejemplo de varios estilos, aunque el gótico se mantiene, mostrando su origen cisterciense. Está abierta al culto, por lo que se puede visitar durante los servicios, siempre cuidando de no interferir si vas solo a ver el interior.
Coge la calle del Puerto hasta el final, y a mano derecha verás la Atalaya de Laredo, donde hay unas vistas fabulosas de toda la ciudad y del Puerto Deportivo de Santoña.
Justo en la Atalaya encontrarás el Fuerte del Rastrillar, del siglo XVI. Junto al de Santoña se utilizaba para controlar los barcos que venían hacia la playa Salvé, y prevenir posibles ataques enemigos. Estuvo en uso hasta el siglo XX y todavía se conservan vestigios de su uso militar, como trincheras o polvorines. Después de su restauración se declaró Bien de Interés Cultural de la ciudad. Para muchos es el complejo defensivo más importante de toda Cantabria.
Además, en los alrededores hay varios miradores desde los que también puedes observar el horizonte que ofrece el mar Cantábrico, además de disfrutar de la brisa marina. También desde el Puerto Pesquero de Laredo, tienes unas vistas impresionantes. Prepara cámara.
Después de la caminata seguro que hay hambre, ¿verdad? Te recomiendo que lo hagas en el Restaurante la Viña, en el número 12 de la calle Revellón.
Como no puede ser de otra manera, los productos de la zona, como mariscos y pescados son los platos estrella de la carta. Un estupendo rodaballo puede ser el plato principal, aunque también hay opciones carnívoras como la chuleta de ternera, criada en la zona. De postre un trozo de tarta casera, o si quieres algo para compartir, pide el pijama. También puedes ir de mariscada si quieres darte un homenaje.
Después de comer, por la tarde puedes acercarte al Parque Natural Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Un sitio perfecto para practicar deportes de aventura, senderismo, montar en bicicleta, observación de aves y un montón de otras actividades. Hay opciones para todos los gustos, tanto si quieres estar en tierra firme como si te gustan las actividades acuáticas. Aunque yo te recomiendo un paseo en barco por las Marismas de Santoña, puedes reservarlo ahora si lo deseas.
Las playas de Laredo son muy bonitas, aunque ninguna está incluida en el listado de las 11 mejores playas de Cantabria, pero si que tiene más de 5 kilómetros de playa, repartidas en 3:
Si viajas con niños puedes disfrutar de Laredo también. Puedes encontrar muchos parques repartidos por la ciudad, como el parque de los Tres Pescadores, frente a playa Salvé. Y si vienes en verano, está claro que la playa es uno de los mejores lugares para que los niños disfruten.
Un paseo por la Puebla vieja tampoco es mala idea. Así pueden irse empapando de la cultura y la arquitectura, jugando a encontrar detalles o imaginar que estáis en otra época.
En Cantabria puede sorprenderte de vez en cuando un chaparrón. Es parte del encanto de la zona, así que no hay porqué molestarse. Simplemente puedes buscar refugio en alguno de los bares que hay en la Puebla vieja y esperar a que la lluvia se vaya. O pasar la mañana viendo cómo llueve mientras te tomas algo, que también es un buen plan.
Otra idea es visitar el túnel de la Atalaya, construido en el siglo XIX para llevar suministros hasta el Muelle de la Soledad, que se estaba construyendo en esa época. Aunque finalmente no llegó a hacerse y el túnel se quedó sin uso hasta la Guerra Civil, cuando se utilizó como refugio para los vecinos. Un recorrido interesante por parte de la historia de España.
Si te gusta mojarte y no hace frío, puedes recorrer la Puebla vieja bajo la lluvia. Al fin y al cabo, no e un mal plan cuando es algo que te gusta, eso sí, prepara un buen chubasquero.
Ojo, como datos de interés es muy famosa una fiesta que se ha recuperado en honor a Carlos V, se llama «El Último Desembarco de Carlos V», donde se puede ver a Carlos V en sus últimos días antes de la abdicación que realizó y posterior retiro en el Monasterio de Yuste de Cáceres. Normalmente es durante el mes de septiembre.
A menos de media hora de la ciudad puedes encontrar sitios muy interesantes. Por ejemplo Castro Urdiales, con su castillo medieval convertido en faro. O el centro, declarado Conjunto Histórico Artístico.
Santander, capital de Cantabria, es una ciudad que también merece la pena una visita. La bahía, el Faro Cabo Mayor o la playa del Sardinero, el paseo marítimo o el Museo del Hombre y el Mar son algunos de los atractivos que ofrece.
Otras opciones son Liérganes o Noja, que también están muy cerca de Laredo.
A escasos 5 minutos en coche, aparece la figura de Colindres, pequeño pueblo pero muy interesante.
Pasando los límites de la provincia a unos 35-40 minutos están Bilbao y Portugalete, dos ciudades que destacan por varias cosas. Por ejemplo, el Guggenheim en Bilbao o el Puente de Vizcaya de Portugalete son por sí solos motivos para acercarse allí.
Aún te queda mucho por descubrir de Laredo y Cantabria, más abajo tienes contenido complementario. Lo que si espero Iluviajero, es que el viaje por Laredo, haya sido de tu interés y que puedas disfrutar como se merece esta población.
Por aquí, te dejo un mapa con los sitios turísticos de Laredo.
Si el contenido ha sido de tu interés, te agradecería que lo compartieras en tu red social favorita. Para mí es muy útil y ayuda a Ilutravel a seguir creciendo.
Ya para finalizar, y si te ha convencido la visita a Laredo y estas planeando hospedarte, te recomiendo que reserves ahora mismo tu hotel con Booking.com, te ahorrarás un dinero y sobre todo evitarás quedarte sin habitación.
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De moda se están poniendo visitar los mercados de abastos, ya que en su interior encuentras la mejor alimentación de la zona. En este caso, esté lugar no es una excepción.
También conocida como Puerta de Bilbao, es uno de los monumentos estrella de la ciudad.
Destruido por un incendio en 1787, es uno de los lugares de interés de la ciudad que más visitantes recibe.
Es la sede social y cultural de la ciudad. Aparte tiene historia oculta en su interior. ¿Quieres visitarla?
Es uno de los edificios históricos de la ciudad, y sede de los actuales Juzgados. Espero que te guste este edificio.
Su interior se encuentra algo deteriorado, pero es uno de los sitios más emblemáticos para los ciudadanos de Laredo.
Reformada en el siglo XV, es uno de los templos religiosos románicos por excelencia de Cantabria.
Construido en el siglo XVI por los monjes franciscanos tras la epidemia de peste que surgió en la ciudad.
Esta algo apartada del casco urbano, pero puedes llegar atravesando el conocido Túnel de la Atalaya.
En pleno Parque Natural de Santoña, es una de las playas más bellas de toda Cantabria.
El Palacio de las 4 témporas no es el actual Ayuntamiento, son los Juzgados.
Gracias por tu feedback Emilio, se pasa a corregir. Disculpa por el fallo. Es mucha la información que tenemos y sin los lectores, no sería posible tenerlo todo lo más depurado posible.